Magaly Moro

Magaly Moro

Elena (38 años, Chorrillos). Doctora Moro, me sorprende la frescura de mi esposo cada vez que le pido ayuda con los niños. Estoy casada con Manuel desde hace 10 años. En este tiempo hemos traído dos pequeños al mundo, el mayor de 9 años y el segundo de 5. Siempre me he encargado de la educación de nuestros pequeños. Manu siempre se iba a trabajar, es taxista, y regresaba a las 8 de la noche como mínimo. Mientras que yo que soy enfermera, laboraba en el hospital medio tiempo y regresaba a casa a cumplir con mis quehaceres de madre. Nunca le he pedido ni que les revise los cuadernos a nuestros hijos, pero esa situación ha cambiado. Desde que empezó el coronavirus he tenido que seguir trabajando porque soy del sector salud; sin embargo, mi pareja por tener un taxi informal no puede salir, es decir, se han cambiado los roles.

Lo estresante de la situación es que, aunque Manuel no está cumpliendo con sus funciones, no ayuda en nada. La única labor que le he encomendado es que se ocupe de los niños. "Solo tienes que entrar a la plataforma Aprendo en casa y ver qué contenido comparten para que los chicos vayan estudiando". Esta tarea se la le he repetido varias veces, pero siento que me ignora. "No entiendo esto de la tecnología. Son tonterías. Elena, mejor que esperen hasta que las clases sean en persona" me responde cada vez que le reclamo. No sé qué hacer. Este hombre no me suma, no puedo hacer todo yo. ¿Qué hago, doctora?

Ojo al consejo

Elena, él debe entender que como papá también tiene que estar involucrado con la educación de sus pequeños. El país está pasando por un momento complicado y si tus niños no aprovechan el contenido pedagógico que se está difundiendo, se van atrasar. Por otro lado, si su excusa es que no entiende la tecnología, enséñale una vez y deja que él continúe solo. Suerte.