Magaly Moro

Kassandra (52, Ventanilla). Doctora Moro, hace muchos años que leo su columna y siempre quise tenerla como amiga. Me parece una mujer empática, sensata y muy buena consejera. Incluso me da la impresión que es ese tipo de personas que no juzgan a los demás, por eso me atrevo a contarle mi vergonzosa situación.

Señora Moro, soy una mujer casada desde hace 25 años, tengo dos hijos ya jóvenes. Aunque me duele confesarlo, no me casé enamorada, sino porque mis padres me obligaron a raíz de mi embarazo. Desde ahí empezaron todos mis males.

Alberto, mi esposo, y yo fuimos padres por un encuentro casual que tuvimos. Éramos una especie de “amigos con derecho”, así que luego de esta noticia y debido a la fuerte presión de nuestros papás, no nos quedó más salida que formar una familia. Intentamos querernos, respetarnos siempre, pero yo sentí que me faltaba algo.

Aunque le he sido fiel por muchos años, pero muchos años, hace un par de años conocí a Daniel, un atractivo venezolano que me tiene loca. Al principio pensé que solo se trataría de una aventura; sin embargo, poco a poco me fui enamorando de él y ahora no sé qué hacer para dejarlo.

Doctora, mi esposo se porta muy bien conmigo y siento que no merece esta traición. Por esta razón he decidido, así se me rompa el corazón en mil pedazos, dejar a Dani. ¿Cómo hago, doctora? Tengo miedo de que sea capaz de contar todo lo que hemos vivido.

Ojo al consejo

Estimada Kassandra, es natural que sientas temor, lamentablemente todo acto tiene una consecuencia. Si ya decidiste terminar con esa relación, ¡hazlo! Es lo mejor. Nadie merece que lo engañen.

Sé sincera con Daniel y dile que te equivocaste, que esa relación no debe seguir por el bienestar de ambos. Ya verás que tendrás una vida más tranquila. Suerte.