Tras una cesárea, la madre no solo estará en reposo los días que haya estipulado su médico, también deberá someterse a una alimentación balanceada para recuperarse prontamente.
Por ello, será necesario que incluya alimentos con vitamina C en su dieta, ya que estos son ideales para cicatrizar las heridas y prevenir las infecciones.
Además de este nutriente, el hierro no debe ser ajeno a la alimentación porque potencia el nivel de sangre en el organismo, aquel que disminuyó tras la intervención quirúrgica.
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Gracias a que el agua evita el estreñemiento, que es común luego de dar a luz, la madre tiene que beber por lo menos ocho vasos al día, así como ingerir frutas y verduras porque contienen el elemento.