Hay varios productos que usamos a diario sin preocuparnos por todo lo que contaminan el medioambiente como, por ejemplo, las , las bolsas y los cubiertos de plástico, el papel film o las cuchillas de afeitar, entre otros. Para no formar parte de este problema, los novios Marissé Alarcón y Esteban del Águila decidieron adoptar un estilo de vida más sostenible, ‘zero waste’ (residuo cero), que en poco tiempo se convertiría en “Bamboo Balance”, una marca que ofrece más de 30 productos para reemplazar a los desechables de uso diario. Hoy no solo tienen su propia plataforma virtual (Bamboobalance.pe), sino que forman parte de numerosas tiendas ecológicas en Lima y provincia, de tiendas por departamento y hasta farmacias.

Eres arquitecta y tu pareja un ingeniero civil, ¿cómo fueron los inicios con este emprendimiento que está muy alejado de sus carreras? Al querer cambiar nuestros propios hábitos para generar un cambio en la realidad, buscamos productos “ecológicos” e identificamos que la mayoría eran de procedencia asiática, con diseños que no se adaptaban a nuestra realidad y que tenían que viajar mucho para llegar a nuestras manos. Debido a esta necesidad, empecé a leer blogs de personas que seguían el mismo camino en otros países y comencé haciendo mi propio desodorante, bolsas de tela y hasta mis propias toallas higiénicas, como las que le hacía mi abuela a mi mamá. Fue un aprendizaje en base a prueba y error. En el 2018 decidí compartir mi mi proceso en Instagram y, luego de unos meses, comenzamos a crear una comunidad con las mismas aspiraciones; llegó el 2019 y lo que inició como un juego se había convertido en un emprendimiento.

¿Tuvieron temor de apostar por un rubro como este? Sí, definitivamente, sobre todo porque en ese momento no habían muchas empresas haciendo lo mismo en nuestro país, todos nuestros referentes eran extranjeros y tuvimos que iniciar desde cero. Crear cada uno de nuestros productos ha sido un reto, pero nuestros clientes y nuestro propósito ha sido la principal motivación para continuar en este camino.

¿Hicieron algún previo estudio de mercado respecto a la demanda de estos productos? El estudio de mercado fue bastante empírico, nuestra propia búsqueda nos hizo notar la escasa variedad de productos locales con una propuesta sostenible, acompañado al cambio climático y la creciente visibilización de la contaminación por desechables en otros países. Supimos que no tardaría mucho a llegar a Perú esta tendencia, es así que decidimos estar preparados y ser uno de los primeros.

¿Cuál fue el primer producto con el que iniciaron esta aventura? Nuestro primer producto fue la piedra de alumbre y, hasta ahora, es uno de los más vendidos. Antes de llegar a la piedra de alumbre adquirí un desodorante que tenía como componentes bicarbonato de sodio y limón, mi piel es muy sensible y tuve que sufrir las consecuencias. Mis axilas se irritaron, se oscurecieron y hasta me quedaron manchas. Entonces, me pregunté, ¿qué utilizaban mis abuelos antes de que llegaran los desodorantes comerciales? Así llegué a la famosa piedra de alumbre.

Actualmente, ¿cuántos productos forman parte de su portafolio? A la fecha contamos con 35 productos divididos en tres líneas: higiene personal, menstruación sostenible y hogar.

¿Qué impacto tiene, por ejemplo, usar toallas higiénicas reutilizables? Económicamente, 1 set completo de nuestras toallas de algodón orgánico, que tienen un tiempo de vida de 3 años para un flujo regular, reemplaza aproximadamente a 650 toallas desechables, es decir nos brinda un ahorro de S/300 durante esos tres años. En salud, previene irritaciones, infecciones, cólicos fuertes, entre otras enfermedades que cada vez se hacen más comunes en mujeres que utilizan productos femeninos desechables (toallas y tampones). Estos productos se encuentran compuestos por geles absorbentes, fragancias y blanqueadores que los hace un peligro para la higiene íntima. Por último, las toallas higiénicas reutilizables son amigables con el ambiente. Un peruano promedio desperdicia 1.1 kg de basura al día, haciendo este pequeño cambio en nuestros hábitos podemos ayudar a reducir estas cifras.

¿De dónde provienen sus productos? Contamos con una gran variedad de productos 100% peruanos y estamos orgullosos de haber sido los pioneros en su fabricación local. Entre ellos están las toallas femeninas de algodón orgánico, la piedra de alumbre, shampoo y acondicionador en barra, bolsos, bolsas, entre otros. Uno de los programas que venimos impulsando este año es la siembra y cultivo de nuestras esponjas vegetales, en conjunto con la comunidad nativa del Wayku (San Martín). Las luffas son una alternativa natural para las esponjas sintéticas que desprenden micro plásticos. Cada vez más familias se suman al programa que les permite tener un ingreso extra y poder mejorar sus condiciones de vida.

¿Cuántas personas forman parte de su equipo? A la fecha, nuestro equipo se encuentra compuesto por 6 personas, con una misma filosofía y visión. Lo bonito de nuestro equipo es que podemos compartir diferentes experiencias y hobbies, a algunos les gusta viajar, a otros patinar, montar bicicleta, inclusive con hábitos alimenticios vegetarianos y veganos.

¿Cuáles son los procesos de calidad por los que pasan sus productos? Este es uno de nuestros fuertes, cada uno de nuestros productos cuenta con por lo menos 3 filtros de calidad lo que hace que tengamos un índice alto de fidelización y recomendación. Yo soy arquitecta y la perfección es algo que se ve plasmado en nuestros productos desde la elección de la materia prima, el diseño del producto, el empaque y cada detalle que hacen que la calidad sea un pilar de nuestra marca.

¿Cuáles son los productos estrella de su marca? Nuestro producto estrella es la piedra de alumbre (desodorante mineral), a este le siguen las toallas de algodón orgánico y el shampoo y acondicionador en barra.

¿Entre qué precios oscilan sus productos? Los precios de nuestros productos oscilan entre los S/10 y S/160.

En un país como el nuestro, en el que todavía no están muy arraigados los hábitos de cuidar el medioambiente, ¿qué retos implica sostener un proyecto amigable con el planeta? Nuestro principal reto es hacernos más conocidos, queremos convertirnos en un referente de empresa sostenible que brinde soluciones tanto para nuestros clientes, como para toda nuestra cadena productiva. Mantener un proyecto amigable con el planeta implica mucho compromiso, tenemos que luchar y competir con una de las industrias más grandes y contaminantes: la de los plásticos desechables. No es fácil, pero gracias a nuestra comunidad sabemos que lo podremos lograr.

¿Qué significa para ustedes un “negocio sustentable”? Nosotros vemos ser sustentables como una visión integral, la fabricación e incluso el envío de cada uno de nuestros productos genera un impacto. Es así que cada paso dentro de nuestra cadena productiva está pensado en generar un impacto positivo. Desde la adquisición de los insumos con productores locales, respetando el comercio justo, el diseño, la fabricación con energías renovables y los envíos en bicicleta suman a que podamos lograr la sustentabilidad en nuestro negocio.

¿Cómo hicieron frente a la pandemia? ¿los afectó o los benefició? La pandemia nos sorprendió a todos, pero nuestro modelo de negocio ya estaba enfocado a las ventas online, así que decidimos verlo como una gran oportunidad y ¡crecimos mucho!. En ese momento, Esteban tuvo que renunciar a su trabajo porque yo ya no podía sola. Además, al estar en casa, muchas personas empezaron a optar por cambiar sus hábitos por unos que cuiden al planeta y a su salud, entonces ahí estábamos nosotros para ayudarlos.

Marisse me contaste que ganaron el premio Reto Bio, puedes hablarme más de este reconocimiento y del producto que los hizo sobresalir... Sí, nosotros ganamos con nuestro proyecto Kipuy, que son envoltorios sostenibles para alimentos. Este producto son unas telas enceradas que reemplazan a las bolsas plásticas y al plástico film. Se encuentran hechas de algodón orgánico, cera de abejas, resinas y aceites vegetales, juntos obtenemos propiedades anti bacterianas y conservantes ayudando a que los alimentos duren por mucho más tiempo, permitiéndonos duplicar su tiempo de vida en nuestros refrigeradores.

También trabajan en simultáneo una tienda virtual de productos sostenibles, ¿cuáles consideran los puntos importantes para sacar a flote una plataforma digital? Nuestro emprendimiento inició como una plataforma digital, empezamos vendiendo por nuestras redes sociales, pero a medida íbamos creciendo se complicaba llevar de una manera ordenada las ventas por ese medio, es así que diseñamos y creamos nosotros mismos nuestra página web, para nuestra suerte Esteban tiene conocimientos de diseño web y creamos el Ecommerce rápidamente. (Buscar como: )

¿Cuáles son los retos que les gustaría alcanzar en los próximos años? Buscamos exportar nuestros productos, estamos en camino a eso. Nos escriben de muchos países y estamos en búsqueda de nuevos aliados para que podamos llevar nuestros productos a todo el mundo, convirtiéndonos en un referente de empresa sostenible que aporte a nuestra economía local y contribuya con el cuidado del planeta.

SOMOS:

Marissé Alarcón y Esteban del Águila

Tenemos 29 años

Estudiamos: Arquitectura e Ingeniería Civil, respectivamente.

Centro de Estudios: Universidad Ricardo Palma y Pontificia Universidad Católica del Perú

Una frase que nos gusta: “Somos creadores de nuestras propias oportunidades”.

A los que no se atreven a emprender les diríamos: “El que no arriesga no gana”.

S/10 a S/160 oscilan los precios de sus productos de venta en Real plaza, Plaza vea, Oeshle, Promart, Inkafarma, Ripley, Saga Fallabella, Linio, Juntoz, etc.

Búsquennos como:

@bamboobalance

@bamboobalanceperu

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