Por: Magaly Moro
magalymoro@grupoepensa.pe
Andrea (37 años, La Molina). Doctora, me siento la peor mujer del mundo.
Julio es mi enamorado hace dos años y hasta hace un tiempo creí que era el hombre de mi vida; sin embargo, algo dentro de mí ha cambiado. Lo amo, pero el sentimiento ya no es el mismo de antes y eso me está matando.
Todo empezó hace unas semanas cuando me matriculé a un taller de emprendimiento, dictado por unas amigas venezolanas. Cuando fui al segundo día de clases, ellas me presentaron a su primo Ronny, quien recién había llegado de Venezuela. Durante la clase, las profesoras ordenaron que nos juntemos en parejas para crear una idea de negocio. Y como no conocía a nadie, miré a mis amigas, pero ellas ya habían hecho grupo. Y cuando volteo, me doy cuenta de que Ronny estaba a mi lado y quería hacer grupo conmigo.
Esos 20 minutos trabajando juntos despertaron en mí un gusto hacia su persona, porque por primera vez alguien no intentaba imponer sus ideas.
A la salida, Ronny me invitó a tomar un café y, sin pensarlo, acepté. Tomar café después de clases se hizo nuestra rutina y yo cada vez me sentía más atraída hacia él.
Ayer, Julio quería recogerme después del taller y le dije mil cosas para que no vaya. Creo que él sospecha algo y tengo miedo.
Doctora, esta situación es complicada para mí, porque amo a Julio; pero Ronny me hace sentir algo nuevo que me agrada. Señora Moro, necesito de su consejo. No quiero terminar mi relación y tampoco quiero traicionar a Julio. ¿Qué hago?
OJO CONSEJO:
Andrea, si en realidad no quieres lastimarlos, lo mejor que puedes hacer es alejarte de los dos por un tiempo para que puedas aclarar tus sentimientos. Suerte.
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