Además de un tratamiento diario con cloruro de magnesio (2 gramos), la lavanda resulta ser muy importante. Su aceite esencial, que se deriva de las flores de lavanda, a menudo se utiliza para ayudar a reducir el estrés, ansiedad y depresión.
Se sabe que estos estados son agentes desencadenantes de dolores de cabeza por tensión, y cada vez existe más evidencia de que también podría ser eficaz en el tratamiento de trastornos neurológicos.
En un estudio publicado en la revista “European Neurology” se describe un ensayo donde utilizaba lavanda en el tratamiento de las migrañas. Los investigadores encontraron que inhalar lavanda durante 15 minutos redujo la gravedad de los síntomas, y concluyeron que “la inhalación del aceite esencial de lavanda podría ser una modalidad de tratamiento eficaz y segura para el tratamiento intensivo de las cefaleas migrañosas”.
El masaje con aceite de lavanda podría mejorar la calidad del sueño, reducir la ansiedad y estimular una mejor concentración.
La lavanda funciona muy bien para disminuir el nerviosismo en las personas que padecen demencia y es utilizada de forma continua por terapeutas para el tratamiento de dolores de cabeza tensionales y agotamiento. Curiosamente, la lavanda también ha demostrado mejorar el control del dolor después de una cirugía.
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