Desde pequeño me asombra el poder del agua. Cuando mi padre me llevó por primera vez a una central hidroeléctrica, pude comprender más su poder de crear luz.
A partir de ello, ya como estudiante, investigué sobre la hidroterapia. La importancia de un baño con agua fría en las mañanas activa la circulación y te pone alerta para empezar el día; pero en la noche recomiendo un baño con agua caliente para un mejor descanso y para eliminar la carga estática acumulada por las actividades del día.
Recomiendo visitar las caídas de agua, limpian el aura y podrás respirar prana (energía vital). Cuando viajes a Cusco, recomiendo ir primero a la caída de agua de la Av. El Sol, estar un momento allí te quita el mal de altura o soroche.
Otra terapia que aconsejo es visitar los baños de hipertermia, consiste en tomar un baño caliente que poco a poco subirá de temperatura; entre sus beneficios es que reforzará el sistema inmune, es desinflamante y desinfectante. Puedes cada cierto tiempo visitar el mar, meditar frente a él y un baño siempre es recomendable. Evita ir en época de luna llena, pues habrá siempre marea alta.
Algo que me asombra es que muchas personas toman abundante agua durante el día. Hay que tener cuidado porque al eliminarla por la orina se va una gran cantidad de minerales importantes. Recuerda que el poblador prehispánico no tomaba agua, sino chicha fresca de máximo tres días. Consejo: acuéstate con un poco de sed y te despertarás con salud.
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