Es probable que, alguna vez, hayas mordido o picado una manzana y, si demoraste en consumirla, seguro observaste que empieza a cambiar de color a un tono marrón. Esta coloración indica que se está oxidando, es decir cuando la parte interna está expuesta y en contacto con el oxígeno del ambiente, este elemento interactúa con nutrientes y otras sustancias de la superficie, oxidándolos (de la misma manera que ocurre con algunos metales).

La oxidación no reduce la cantidad de nutrientes del alimento ni incrementa su concentración y tampoco lo hace más nutritivo, por el contrario, reduce la actividad y efecto positivo de las sustancias afectadas.

Esta inquietud surge al enviar fruta picada en la lonchera o almacenar fruta picada en la refrigeradora. Siempre será mejor consumir la fruta fresca y mantener la piel que la protege, sin embargo, si almacenas la fruta o se llega a oxidar sigue siendo nutritiva.

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