Este maíz típico de nuestros andes es motivo de estudio en el campo de la salud preventiva y curativa. Es una gran fuente de antocianinas, una sustancia que tiene un potente efecto antioxidante de alta calidad y que puede hacer retroceder al cáncer y diversas enfermedades metabólicas. Cultivado por lo mayas y los incas hace más de 7 mil años, el maíz fue considerado un alimento sagrado.
Uno de los mejores postres es la mazamorra morada, que debe llevar siempre harina de camote y frutos secos. Por lo general, el maíz lo desechan después de hervir. Yo recomiendo desgranarlo antes y, después de que hirvió, licuar los granos con parte del líquido. Luego colarlo muy bien, así tendrán una mazamorra morada mucho más nutritiva.
Beneficios: tiene una acción antienvejecimiento en la piel, protege los vasos sanguíneos de los daños generados por los radicales libres, retarda los procesos degenerativos a nivel celular por su efecto antioxidante y previene enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, fortalece el sistema inmunitario e incrementa la síntesis de colación, por lo tanto mejora la regeneración del tejido conectivo. Estimula la diuresis, evita la retención de líquidos y la hinchazón de las piernas. Ayuda a reducir la presión arterial elevada. Estimula los emuntorios, vías naturales de depuración del organismo. Aumenta la agudeza visual y mejora la visión nocturna. Tiene un efecto antiinflamatorio.
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