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Estudiantes de inicial y primaria del colegio Santa María Reyna conviven no solo con el fuerte olor a orines que desprende el jirón Peñaloza, en el Cercado de Lima, sino también con la prostitución que se ejerce en una de las zonas más convulsionadas de la capital.
“A la hora de salida mis dos hijos tienen que ver a gente orinando en la calle o a las prostitutas hacer escándalo. Hasta hay gente oliendo terokal o fumando marihuana”, comentó una madre de familia que se retiró presurosa para que su menor hijo no vea a los parroquianos solicitando los servicios sexuales en el lugar.
Seguridad.
La solución a este problema escapa a la Municipalidad de Lima. Abdul Miranda, gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna, dijo que lamentablemente están cruzados de brazos debido a que quienes ejercen la prostitución en el lugar han alquilado como vivienda los predios frente al citado colegio.“Cuando hacemos las intervenciones nos dicen que están parados en la puerta de su vivienda, por lo que tampoco se puede hacer la clausura”, dijo Abdul Miranda, señalando que los serenos que permanecen en la entrada y salida del citado jirón poco pueden hacer más allá de una labor disuasiva.
Sanción.
La directora de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), Killa Miranda, dijo que el colegio Santa María Reyna ha cometido una infracción grave, pues no está autorizado para operar en el local del jirón Peñaloza, sino en el jirón Junín. Asimismo, dijo que el colegio se comprometió mediante acta a velar por la seguridad de los alumnos.OJO CON ESTO
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